Cómo el arte en la DIVRI cambió la vida de madre e hijo

Última actualización: jueves, enero 12 de 2023
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Sus trazos son lentos pero precisos, toma una pausa y piensa detalladamente qué color armoniza con el que recién impregnó en el lienzo. Sus colores preferidos son el azul, el amarillo, verde y rojo. Finalmente su caballo cobra vida propia, y sus cuadros quedan adornando las flores espléndidas que pinta su madre en el mismo recinto.

Sin duda que el dicho de que las destrezas y gustos se heredan queda demostrado con Carmen y Gabriel, madre e hijo, beneficiarios y a la vez usuarios de la Dirección de Veteranos y Rehabilitación Inclusiva, DIVRI. Se han gozado durante el último año los talleres artísticos que ofrece ésta Dirección del Ministerio de Defensa Nacional a familiares con alguna discapacidad, y miembros de la Fuerza Pública en la misma situación.

Pero aparte de la belleza de los cuadros que pintan y decoran, lo más gratificante para Carmen y los profesionales de la DIVRI que han seguido de cerca el caso de Gabriel Herrera, son los grandes beneficios que ha traído para él, en términos de rehabilitación física y mental, el arte de pintar.

Gabriel, quien es hijo de un integrante retirado de la Policía Nacional, tiene una discapacidad cognitiva, producida por una hipoxia cerebral cuando nació. Además, tiene el síndrome Ehlers-Danlos, afectándole especialmente las articulaciones, y una hipoacusia neurosensorial bilateral máxima. Actualmente está en curso para un trasplante coclear.

Los cuadros de Carmen Bernal y su hijo Gabriel Herrera en una exposición de arte en la DIVRI.

“Mi hijo de los 365 días del año, vivía 200 días hospitalizado, lo que le había producido una depresión severa. Pero desde que inició con el arte y la pintura ha estado mucho mejor, y ha sido una maravilla, la pintura ha sido algo mágico para los dos. Gracias a los talleres que nos ha brindado esta entidad, Gabriel ha salido adelante, en el tema de salud mental y física ha estado mucho mejor”, dijo.

Asimismo resaltó que cuando se retiró de su profesión, la enfermería, “me dediqué a estar pendiente de Gabriel, poderlo rehabilitar, porque uno como mamá piensa en sacar adelante a sus hijos como sea, sacar fuerzas desde donde no las hay”. 

Ella también fue enfática en resaltar la calidez de la atención que ha recibido ella y su hijo en las instalaciones de la DIVRI. “En la DIVRI estamos hace más de un año, y acá nos han tendido la mano, hemos visto ese calor humano, el respeto, y a todos se les ve la voluntad de que Gabriel salga adelante. De hecho, se ha desarrollado mucho mentalmente, y últimamente ha estado más activo”.

Y es que doña Carmen también desarrolló sus dotes artísticos en la Dirección de Veteranos y Rehabilitación Inclusiva. Sus cuadros resaltan por el realismo de las decoraciones florales que pinta, y los acabados en los detalles, resaltando por su belleza en el salón del segundo piso de la edificación. “Cuando estuve trabajando como enfermera, siempre les pintaba una rosa a mis pacientes, y entonces acá en la DIVRI decidí pintar mis cuadros”, afirmó. 

Estos talleres artísticos hacen parte del Programa de Vida Activa, Productiva y Entorno, VAPE, de la DIVRI, donde hay varios talleres enfocados en resaltar la autonomía y participación de los usuarios, como por ejemplo la cultura ocio y tiempo libre, y también la construcción de proyecto de vida. 

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