¡Conoce y adopta un lenguaje incluyente para referirte a la discapacidad!

En la Dirección de Veteranos y Rehabilitación Inclusiva, DIVRI, manejamos un lenguaje incluyente hacia nuestros usuarios con discapacidad, es decir, aquellos miembros activos y veteranos de la Fuerza Pública que resultaron con alguna lesión o herida permanente. 

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una relación estrecha y al límite entre las características del ser humano y las características del entorno en donde vive. 

Y desde la Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se dispuso que el término adecuado para referirse a este grupo de la población sea personas con discapacidad o personas en situación de discapacidad. 

Acá te explicamos, cómo es la manera correcta de referirte a esta población: Uso correcto: Persona con discapacidad o persona en condición de discapacidad. Es incorrecto referirnos a ellos como discapacitados, deficiente, enfermito o incapacitadas. 

Discapacidad física

La discapacidad física es aquella que ocurre al faltar o quedar muy poco de una parte del cuerpo, lo cual impide a la persona desenvolverse de la manera convencional. Uso correcto: persona con discapacidad física o movilidad reducida, persona con discapacidad motriz o persona con amputación. Es incorrecto referirnos a ellos como: lisiado, minusválido, inválido, paralítico, mutilado, cojo o tullido.

Discapacidad visual

En esta categoría se incluye a aquellas personas que presentan deficiencias para percibir la luz, forma, tamaño o color de los objetos. Se incluye a la población con baja visión, es decir, quienes a pesar de usar gafas, lentes de contacto o haberse practicado algún procedimiento quirúrgico,  tienen dificultades para distinguir formas, colores, rostros u objetos. Es incorrecto llamarlos: invidentes, ciegos o con diminutivos. 

Discapacidad auditiva 

En esta categoría se encuentran las personas que presentan en forma permanente deficiencias en las funciones sensoriales con la percepción de los sonidos y la discriminación de su localización, tono, volumen y calidad. Como consecuencia presentan diferentes grados de dificultad en la recepción y producción de mensajes verbales y, por tanto, para la comunicación oral. Es incorrecto llamarlos: sordomudos, sordos o con diminutivos. Las personas con discapacidad auditiva no necesariamente son mudas.  

Discapacidad intelectual

Se refiere a aquellas personas que presentan deficiencias en las capacidades mentales generales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y de la experiencia. Estas producen deficiencias del proceso adaptativo, de tal manera que el individuo no alcanza los estándares de independencia personal y de responsabilidad social. Es incorrecto llamarlos loco, demente, retrasado mental, trastornado, idiota, tonto, tarado, inúti, mongolito, mongólico, retardado o retardado mental.  

Discapacidad psicosocial

Resulta de la interacción entre las personas con deficiencias (alteraciones en el pensamiento, percepciones, emociones, sentimientos, comportamientos y relaciones considerados como signos y síntomas atendiendo a su duración, coexistencia, intensidad y afectación funcional) y las barreras del entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad. Es incorrecto llamarlos antisociales.  

Sordoceguera

La sordoceguera es una discapacidad única que resulta de la combinación de una deficiencia visual y una deficiencia auditiva, que genera en las personas que la presentan problemas de comunicación, orientación, movilidad y el acceso a la información.

Hay que evitar referirnos a cualquier persona con discapacidad como pobrecito, pues ellos no buscan compasión, necesitan respeto, y la mayoría de ellos muestran nuevos talentos y aptitudes con los que construyen un nuevo proyecto de vida exitoso.