El disco de música colombiana que encontró un veterano en la Guerra de Corea

Se sonríe y suspira cada vez que cuenta su mejor anécdota de una guerra lejana, en tiempo y espacio, a sus 91 años. No escucha muy bien por un oído, pero su memoria está intacta, y recuerda pequeños detalles de uno de los episodios que marcó sin duda su vida.

Se trata de Jaime Alfonso Álvarez, veterano de la Armada Nacional, quien participó en la Guerra de Corea a principios de los años 50. Con apenas 20 años se enlistó en la Armada para representar a nuestro país en el conflicto internacional entre Corea del Sur, capitalista, y Corea del Norte, comunista.

Allí, después de un viaje aproximado de seis meses en una de las primeras fragatas compradas por Colombia, llegaron a la Costa oriental de Corea del Sur, donde la misión era patrullar el territorio marítimo. Pocas eran las veces en que podían desembarcar. Sin embargo, en una de esas incursiones en tierra, Jaime junto con varios de sus compañeros de Fuerza divisaron una humilde casa que avistaron a lo lejos. Ahí empieza la historia. 

“Echamos a caminar con unos compañeros por la playa, y se nos ocurrió subir una pequeña colina en cuya cúspide había una casa. Llegamos cerca a la casa, salió una señora de mediana edad, y entablamos conversación, pero obviamente por el idioma de señas y las gesticulaciones, pues ella no hablaba español ni inglés, ni nosotros coreano 

(…) Empezamos a entendernos de esa manera, y ella nos invitó a seguir a su casa y nos preguntó de dónde éramos, a lo que le respondimos que colombianos. Al oír la respuesta, ella se precipitó a un baúl pequeño que había en un rincón de la casa. Escarbó en el baúl un poco y sacó de allí un disco que nos mostró de música colombiana de un intérprete muy popular, que si mal no recuerdo era Jaime Llano González. Ese recuerdo para mí es muy importante, y siempre me llena de emoción”, manifestó Jaime Alfonso.

Jaime Álvarez duró dos años representando a Colombia en ese conflicto, junto con otros 5.250 militares de nuestro país. En la actualidad sólo sobreviven 351. A ellos la Dirección de Veteranos y Rehabilitación Inclusiva, DIVRI, les ha rendido varios homenajes en distintos escenarios.