“Sobreviví a la depresión que me dejó la discapacidad gracias al deporte”

No viene muy seguido a Bogotá, pero cuando viene aprovecha y disfruta los espacios de la Dirección de Veteranos y Rehabilitación Inclusiva, DIVRI, para practicar deportes como el voleibol sentado, remo bajo techo y tenis de mesa.

Daniel Darío Díaz Díaz, de 47 años y oriundo de Córdoba, fue uno de los 20 veteranos de la Fuerza Pública con discapacidad que representó al país en los Juegos Invictus que se llevaron a cabo en septiembre pasado en Dusseldorf, Alemania.

Sin embargo, su contacto con el deporte fue fortuito, y ahora como él mismo lo revela, fue su salvación o su escape a un suceso que le cambió la vida por completo, cuando ejercía como suboficial en el Ejército.

“Yo ingresé a la zona de distensión en el 2002, y faltando una semana para salir de allá hubo un combate donde recibí un impacto de ametralladora en la rodilla comprometiendo los tendones. Estuve a punto de morir y me amputaron esa pierna. Duré casi un año en el hospital, pero gracias a Dios sobreviví”, relató.

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No obstante, el trago más amargo estaría por venir. “En ese tiempo cuando me pensionaron por invalidez, no existía la rehabilitación psicológica. Salí con trastornos del hospital, y tenía que medicarme con una cantidad de pastillas y medicamentos que me mantenían adormilado. Posteriormente cuando dejé esas drogas empecé a tener alucinaciones”.

Díaz reveló que siempre quiso tener un hogar estable, una familia, pero en ese momento no le encontraba sentido a la vida, “me la pasaba tomando, era un desorden, estaba en el extremo de que no sentía ni amor por mi familia, y mi mamá y mis dos hijos sufrieron mucho”.

De todas maneras, su suerte estaría por cambiar. “Un día estaba en una cita de psicología y alguien me dijo que si quería pertenecer a un equipo de voleibol. Así que empecé a tener una rutina de actividad física que me levantaba el ánimo. El deporte fue un salvavidas, mi salvación; sin el deporte tal vez no estaría vivo; fue una segunda oportunidad de vida”.

Darío participó en los Juegos Invictus en las disciplinas de remo bajo techo, tenis de mesa y voleibol sentado. En ésta última disciplina obtuvo medalla de plata con los demás integrantes del equipo de voleibol. Actualmente sale a montar en su bicicleta de montaña todos los días.

La DIVRI cuenta con un equipo de profesionales en el deporte, quienes guían y orientan con un plan personalizado a cada veterano de las Fuerzas Militares y de Policía que llegan con alguna herida o lesión permanente, para hacer de su ruta de rehabilitación inclusiva basada en el deporte, un nuevo proyecto de vida.